En el presente trabajo vamos a investigar la utilidad del tratamiento para la ambliopía con lentes de contacto (LC) opacas. Las ventajas y las desventajas que éstas nos proporcionan con respecto a los diferentes tratamientos convencionales.
Para ello estudiaremos en profundidad la ambliopía, sus tipos, causas, síntomas, prevención, etc. Y finalmente, nos centraremos en los diferentes tratamientos para determinar cuál es el más eficaz para el paciente.
Cuando nacemos, normalmente la calidad visual es baja, ya que las células visuales cerebrales son inmaduras y el ojo es ligeramente más pequeño, lo que produce una hipermetropía. A medida que crecemos, las estructuras anatómicas maduran, mejorando la visión y aprendiendo a utilizar los dos ojos al mismo tiempo.
El cerebro es el encargado de unificar en una sola imagen, las imágenes percibidas por cada ojo para además, contribuir a crear la binocularidad y la visión estereoscópica o visión en profundidad. Si por alguna circunstancia las imágenes que llegan al cerebro no son iguales, se produciría un “bloqueo” sensorial, sobre el ojo de peor visión. Lo que produce que, en uno de los dos ojos, la visión no evolucione de forma normal produciendo la ambliopía.
La ambliopía procede del griego Amblios “débil” y opia “ojo” y coloquialmente se denomina “ojo vago”. Es una agudeza visual (AV) disminuida en un ojo (monocular) o de manera menos frecuente, en ambos ojos (binocular), la cual no mejora con la corrección óptica y que además, no presenta causas orgánicas. Dicho de otro modo, la ambliopía u “ojo vago”, es la pérdida de visión en uno o ambos ojos como consecuencia de una falta de estimulación visual, impedimento o alteración durante el periodo del desarrollo visual en la infancia o durante el período crítico del desarrollo del cerebro (Orssaud, 2014). La pérdida de visión ocurre porque las vías nerviosas que van desde un ojo al cerebro no se estimulan adecuadamente, dando lugar a imágenes borrosas con el ojo “ambliope” (figura 1).
El ojo más débil recibe menos señales visuales. Con el tiempo, la capacidad de los ojos de funcionar juntos disminuye, y el cerebro suprime o ignora la información del ojo más débil (el cerebro se confunde y da prioridad al ojo sano, debido a la mala visión del otro ojo).
Suele cursar sin causa orgánica conocida. Es la causa más común de discapacidad visual en niños (Flynn, 1991).
Principalmente, se manifiesta por alteración de la AV en el ojo ambliope. Sin embargo, pueden existir otras anomalías de la función visual como; disminución de la sensibilidad al contraste y la visión estereoscópica, además de algunas anomalías que se pueden encontrar en el ojo “bueno” (Orssaud, 2014; DeSantis, 2014).
Se origina por una experiencia visual anormal en edades tempranas. El tratamiento convencional de la ambliopía incluye:
El régimen de oclusión específico se determina basándose en la edad del paciente, la binocularidad, el nivel de AV y las necesidades visuales.
La ambliopía, generalmente, se manifiesta entre el nacimiento y los 8 años de edad. Puede persistir durante toda la vida. Es uno de los problemas más comunes de la visión en niños, en sus diversas formas, afecta hasta el 3% de la población (Cibis, Arun y Gulani, 2018).
Flynn (1991) indicó que la ambliopía afecta entre el 1% y 2% de la población en la mayoría de los países desarrollados.
Si no se administra un tratamiento correspondiente en el ojo ambliope, puede provocar pérdida permanente de la visión. En personas adultas afecta un 2,9% de la pérdida permanente de la visión. Un estudio del National Eye Institute en los Estados Unidos mostraba a la ambliopía como la causa más frecuente de pérdida de visión en personas entre 20 y 70 años. La ambliopía es un problema común de salud pública, sin embargo la prevalencia se estima del 1% al 5% dependiendo de la población estudiada, un promedio en los Estados Unidos ha considerado una prevalencia del 2% (San Francisco, 1997).
Sachsenweger (1968) considera que durante los primeros 45 años de vida, la principal causa de pérdida de visión en la población es la ambliopía, más aún que todas las enfermedades oculares y traumatismos juntos.
En la edad de plasticidad visual del niño, deben de darse una o más de las siguientes condiciones para causar ambliopía (Collins, McChesney, McCluer, y Schatz, 2008).
De manera más básica, existen dos causas: orgánicas y funcionales (figura 2). Las orgánicas pueden deberse a patologías visuales (problemas con la retina, el nervio óptico, etc.) y/o privación visual, y las funcionales, principalmente son por anisometropía o estrabismo. (Orssaud, 2014).
La ambliopía anisometrópica refractiva y el estrabismo, representan el 90% de la ambliopía y la ambliopía isoametrópica representa el 1-2% del total. La incidencia de la ambliopía en los niños en edad preescolar es de aproximadamente el 0,4%. Después de este periodo la prevalencia será del 2% sobre la población general.
La severidad de la ambliopía está relacionada con la diferencia de imágenes que llegan a las retinas, y con la edad en la que aparece el factor ambliogénico, es decir, cuanto másdesiguales sean las imágenes y cuanto antes se produzca dicho factor, mayor será la profundidad de la ambliopía (McKee, Levi y Movshon, 2003).
AMBLIOPIA LEVE | > 0,5 |
AMBLIOPIA MODERADA | 0,5 – 0,1 |
AMBLIOPIA PROFUNDA | < 0,1 |
AMBLIOPIA LEVE | < 0,2 |
AMBLIOPIA MODERADA | 0,3 – 0,5 |
AMBLIOPIA PROFUNDA | > 0,5 |
Se manifiesta en edades inferiores a los 7 años. La ambliopía es consecuencia de la supresión o inhibición constante de las imágenes provenientes del ojo desviado. Se asocia normalmente con fijación excéntrica, es más común cuando existe un ojo dominante que si hay una fijación alterna. No obstante, no todo estrabismo justifica la existencia de una ambliopía, sino que debe atenderse a la constancia del estrabismo (figura 3).
Común en endotropias, menos común en exotropias y muy rara en las hipertropias, en las que la tortícolis suele mantener la fusión en alguna posición.
Las ambliopías refractivas se asocian con fijaciones centrales.
Es otra de las causas de ambliopía unilateral. Existe un defecto refractivo significativo en un ojo, esto provoca una diferencia de nitidez de las imágenes retinianas y dificulta el correcto desarrollo de la AV en el ojo con mayor ametropía. La correcta compensación óptica, no garantiza que no se desarrolle una ambliopía debido a que puede provocar una diferencia importante en el tamaño de las imágenes, lo que dificultaría la fusión y facilitaría el desarrollo de la ambliopía. La diferencia de error refractivo es al menos de 1D esférica, (figura 4).
Existe un error refractivo bilateral y de corrección tardía. Deprivación de la visión bilateral, causada por defectos refractivos simétricos.
Raramente puede aparecer un estrabismo secundario a la ambliopía por su carácter bilateral. Suele ser frecuente en hipermetropías elevadas superiores a 3 o 4 dioptrías, en astigmatismo significativos superiores a 1,5 o 2 dioptrías y en algunos casos de miopía elevada, (figura 4).
Casos en los que se produce una baja estimulación retiniana; obstáculos, lesiones, traumatismo, degeneraciones visuales, etc. La ambliopía aparece de forma secundaria a una falta de transparencia de los distintos medios oculares. Si esta causa se da en la época de máxima plasticidad visual, se impide la formación de imágenes nítidas en la retina y el correcto desarrollo de la fóvea. Las cataratas congénitas o las distrofias corneales son las causas más frecuentes para este tipo de ambliopía.
Suele ser el tipo de ambliopía más grave y su tratamiento es más complicado
Psicógeno significa “el origen está en la mente” o, más concretamente su origen es central y no periférico como la mayoría de ambliopías.
La ambliopía funcional puede ser voluntaria o involuntaria. La voluntaria se conoce como “simulación” (el paciente finge una enfermedad para conseguir un propósito).
La ambliopía psicógena involuntaria implica problemas de visión y/o de procesamiento visual reales, sin que el paciente finja, como ocurre en el Síndrome de Streff, alteración del sistema nervioso autónomo. Es considerado un problema funcional del sistema visual en ojos completamente sanos. Su problema es real, medible y no tiene la intención de fingir para conseguir algún tipo de atención.
Se cree que el síndrome de Streff se desarrolla por culpa del estrés. Suele producirse una disminución de la AV bilateral tanto en visión lejana como en visión próxima, reducción de la estereopsis, campos visuales y acomodación No hay ninguna base orgánica que justifique la disfunción, ninguna anomalía estructural o anatómica observada que pueda explicar el problema. Es más frecuente en niñas de edad temprana, entre 7 y 14 años, desarrollan anomalías en los movimientos oculares, desenfoque y visión borrosa en cerca, disminución del rendimiento académico, abandono de las tareas, dolores de cabeza…
El paciente presenta resultados monoculares peores en acomodación, movimientos oculares, localización espacial y procesamiento temporal en uno de los ojos, aunque la AV sea normal y similar entre ambos ojos.
Existen síntomas típicos asociados a la ambliopía, podríamos incluir:
A veces los síntomas no son notables, excepto cuando se realiza un examen ocular.
Las formas de prevenir la ambliopía son escasas. Es debido realizar una revisión oftalmológica desde una edad temprana y posteriormente, si los resultados han sido normales, acudir una vez al año.
El diagnóstico y el tratamiento tempranos, ayudan a evitar los problemas de visión a largo plazo.
Según la American Optometric Association y la American Academy of Ophtalmology los factores relacionados con un mayor riesgo de ambliopía incluyen; tamaño pequeño al nacer, nacimiento prematuro, trastornos del desarrollo, antecedentes familiares de ambliopía, patologías oculares, etc. (Elflein, 2016). Otros como anisometropía o alto error refractivo, estrabismo, ptosis, cataratas, etc. (Koo, Gilbert y VanderVeen, 2017).
En los distintos momentos del desarrollo, existe un rango normal de visión debido a la maduración neurológica fisiológica. La visión normal en un niño de 4 años es de 0,66 a 1,0 (rango de normalidad) por lo que si no acierta todos los optotipos de la última fila no presenta un criterio diagnóstico de ambliopía.
Según la edad del niño, los criterios de AV monocular mínimos para que la visión no obstaculice el aprendizaje son (tabla 4):
3 años | 0,4 |
4 años | 0,5 |
5 años | 0,6 |
6 años | 0,8 |
7 años | 1,0 |
8 años | 1,2 |
Tabla 4: AV monocular mínima según la edad para que la visión no obstaculice el aprendizaje.
Podemos decir que un niño tiene ambliopía al cumplirse los siguientes criterios diagnósticos:
Es obvio que cuanto más precoz sea el diagnóstico y tratamiento de toda alteración visual, será más probable el éxito terapéutico.
Orssaud (2014) dijo, el diagnóstico de ambliopía debe confirmarse antes del tratamiento. La confirmación se basa en la refracción cicloplégica, la medida de la AV y la evaluación ortóptica.
La detección de la ambliopía y los factores de riesgo asociados permiten un diagnóstico y tratamiento tempranos. Cuanto más joven es el niño, más efectivo es el tratamiento, y solo se puede lograr durante el período crítico. Requiere la cooperación de los padres para ser eficaz y se basa en la oclusión o la penalización del ojo sano. El ojo ambliope puede entonces desarrollar una mejor visión. La terapia de mantenimiento debe realizarse hasta el final del período crítico para evitar la recurrencia (Orssaud, 2014).
Para evitar falsos diagnósticos en ambliopía o la pérdida de alguno de ellos, el examen debe comprender varias áreas, siempre teniendo en cuenta los factores personales del paciente y el criterio del profesional. El método empleado para examinar la visión depende de la edad y la etapa de desarrollo del niño.
El tratamiento de la ambliopía es más probable que sea exitoso a una edad más temprana, aunque en edades superiores que no han recibido tratamiento previo, pueden responder bien (Koo et al., 2016). Los mejores resultados se logran cuando se inicia el tratamiento antes de los 6 años.
Como objetivo, entrenaremos de una manera específica el ojo ambliope para que logre ver nítidamente a cualquier distancia.
La ambliopía generalmente puede corregirse con corrección óptica (gafas o LC), oclusiones (parches o LC opacas) o penalización farmacológica. En ocasiones, requiere cirugía. Además de la utilización de estos métodos, un programa de entrenamiento visual cuyo objetivo es restablecer con ejercicios específicos las capacidades visuales del ojo ambliope, intentando igualarlas a las del ojo normal, sería el mejor tratamiento para la solución de la ambliopía.
Las opciones de tratamiento indicadas anteriormente, dependen de la causa de la ambliopía y de cuán afectada esté la visión, además de las necesidades de cada paciente:
El tiempo estimado para observar resultados positivos en la AV es después de algunas semanas o meses. El tratamiento podría durar entre 6 meses y 2 años.
Es importante controlar al paciente para detectar una recurrencia del ojo amblíope, la cual puede ocurrir hasta en el 25% de los niños con ambliopía. Si el ojo ambliope recurre, el tratamiento deberá volver a empezar.
Varias publicaciones han revelado nuevos hallazgos en el tratamiento de la ambliopía, uno de ellos es que la oclusión menos intensiva puede ser exitosa en el tratamiento de la ambliopía. Un desafío en el tratamiento de la ambliopía es que a menudo no existe una razón estructural aparente por la cual existe una limitación de la visión y, sin embargo, muchos pacientes amblíopes, después de varios años de tratamiento de la ambliopía, no logran resultados exitosos (Maconachie y Gottlob, 2016).
Investigar la utilidad del tratamiento con LC opacas en el manejo de la ambliopía.
Examinar las ventajas y las desventajas con respecto a los diferentes tratamientos convencionales y determinar qué tratamiento es el más eficaz para el paciente.
El método utilizado para llevar a cabo la revisión bibliográfica ha sido la búsqueda de información en diferentes páginas web. La utilización de artículos, libros, revistas, etc. también han sido de gran ayuda al igual que las imágenes obtenidas de cada uno de ellos.
Google (plataforma o motor de búsqueda en Internet), ha sido la herramienta primordial para localizar las numerosas fuentes de información que me han ayudado en la elaboración del tema a tratar. Las palabras o frases claves utilizadas en dicha plataforma han sido; ambliopía, tratamiento para la ambliopía, LC y ambliopía, clasificación de la ambliopía…
Las fuentes utilizadas que han permitido la visualización de muchísimas publicaciones, revistas, libros, videos, noticias, etc. y de donde se ha extraído la mayor parte de la información de este trabajo, han sido:
De todas las fuentes descritas anteriormente, las más utilizadas han sido, (www.pubmed.com), American Optometric Association, American Academy of Ophtlmology guidelines y Journal of Optometry, me han proporcionado una mayor información con respecto a las otras y la mayoría de los artículos, revistas, libros, etc. eran más óptimos que en el resto de fuentes.
Se han excluido los artículos o libros con información insuficiente sobre la ambliopía. Algunos estudios relacionados con el tratamiento de la ambliopía, tampoco han proporcionado información esencial y por lo tanto no se han incluido en el trabajo.
En cambio, he considerado importante incluir los artículos, libros, etc. cuya información ha sido relevante para la realización del trabajo.
En este apartado nos vamos a centrar en los casos de ambliopía estrábica o refractiva, ya que en los casos de ambliopía por privación de estímulos, principalmente hay que tratar la causa que la produce y generalmente la única vía de actuación es quirúrgica.
Actualmente, el tratamiento convencional de la ambliopía se hace con parche oclusor. Los niños pueden tener problemas para entender la importancia de la oclusión y en ocasiones, los padres, no cooperan adecuadamente. El hecho de llevar un parche en el ojo puede crear un problema psicológico.
En el tratamiento de la ambliopía puede haber complicaciones, una de ellas es el fracaso con el tratamiento convencional y/o la intolerancia a los parches (impedimentos prácticos y sociales), lo que resulta un mal resultado en el tratamiento. El parche puede producir dermatitis e incomodidad que hace que le niño lo retire. Sin oclusión, la terapia de la ambliopía no es efectiva.
Las LC oclusivas son una solución en estos casos y pueden usarse para tratar la ambliopía en niños. Sin embargo, los pacientes deben tener un seguimiento cercano para controlar el desarrollo de cualquier complicación del segmento anterior por el uso de las lentes (Eustis y Chamberlain, 1996), hay que asegurarnos de que la adaptación es correcta y no se producen complicaciones relacionadas con el uso de las LC.
Se pueden prescribir como un oclusor invisible. Es importante tener en cuenta que el porte de la LC oclusiva conlleva más riesgos que el parche. El tratamiento óptico solo está limitado por la tolerancia a las LC, aunque los nuevos diseños, materiales y regímenes de porte, aumentan el número de pacientes susceptibles a ellas.
La ventaja que presentan es que se puede variar el grado de penalización con diferentes tintados de la lente y diferentes diámetros de pupila opaca, además de que admiten una fusión periférica de hasta el 50% y estéticamente son más aceptadas que otros tratamientos de penalización (Collins et al., 2008).
La modalidad de porte diario o prolongado, dependiendo de la necesidad de oclusión, se comprobó que es muy efectiva para este propósito.
Las lentes de uso diario oclusivas tienen el mismo fundamento que la terapia de oclusión con parche. Los resultados obtenidos son satisfactorios hasta el punto de conseguirse un aumento en la AV de aproximadamente 0.5 incluso en niños mayores de 8 años. (Anderson, Brown, Mathews y Mathews, 2006).
En general, el uso de LC puede mantener u obtener visión binocular en el tratamiento de la ambliopía; con pupila opaca realizando oclusiones que impiden que el niño se quite el parche, penalizaciones ópticas, mejorando la AV en ametropías elevadas, etc. y en nistagmus en los que se puede conseguir disminuir sus movimientos con las lentes de contacto rígidas gas permeable (LCRGP). (Maconachie et al., 2016)
El tratamiento con LC opacas de uso diario es un método útil de oclusión para el tratamiento de la ambliopía en niños con diversos impedimentos prácticos y sociales para parches en la piel. Se puede obtener una mejoría significativa en la AV, incluso en niños mayores de 8 años. (Anderson et al., 2006)
El éxito del tratamiento depende de varios factores, pero entre ellos, el más importante, es que el paciente lo cumpla. El objetivo final del tratamiento de la ambliopía es conseguir la máxima AV con fijación central e involucrar al ojo amblíope en la binocularidad, siempre que esto sea posible.
Promover experiencias binoculares o dicópticas puede ser la dirección futura del manejo de la ambliopía.
Después de un intenso periodo de doce meses en el que, tal día como hoy, comencé la realización del Máster en Optometría clínica y Terapia visual, escribo este apartado para finalizar mi trabajo de fin de máster. Ha sido un periodo de aprendizaje tanto a nivel científico como a nivel personal y por ello me gustaría agradecer a todas aquellas personas que me han ayudado y apoyado durante este proceso.
En primer lugar, quiero agradecer a la Dra. Elena Tomás Verduras por guiarme en la realización de este trabajo. Seguidamente, a todos los profesores que han compartido sus conocimientos y experiencias en cada una de las asignaturas dadas en este máster.
También me gustaría agradecérselo a mi padre, por sus sabios consejos y comprensión. Siempre me ha apoyado en todo momento y ha estado ahí para ayudarme.
Finalmente, dedicarle la realización de este máster a mi MAMÁ. Ha sido un gran ejemplo de lucha y superación. Sé que me ha ayudado en todo momento y cuando más lo necesitaba.
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Leer más »Autor: Joaquín Vidal López
ISBN: 9788494476006
Páginas: 190
El Manual de Terapia Visual que presentamos es una guía ideal para todos aquellos especialistas de la Salud Visual que deseen conocer las distintas técnicas que pueden utilizar para tratar las disfunciones de la acomodación ocular, la binocularidad y la motilidad ocular en general desde una perspectiva multidisciplinar.
A lo largo de este Manual veremos qué entendemos por terapia visual, también llamada entrenamientos visuales u ortóptica, su evolución histórica, las características personales que pueden afectar al éxito de esta terapia y los conceptos fundamentales que hay que tener en cuenta al aplicar cualquier programa de terapia visual. También se describirán los aspectos fundamentales a tener en cuenta para desarrollar con éxito un programa de terapia visual y cómo debe ser la atención que proporcionemos a los pacientes que requieran de este servicio profesional.
Por último, se describirán los procedimientos de evaluación y tratamiento de la ambliopía, el estrabismo, las disfunciones oculomotoras, las disfunciones de la acomodación ocular y las disfunciones binoculares, poniendo en cada capítulo el foco de atención en los ejercicios que podremos llevar a cabo en cada caso y en las modificaciones que podremos introducir para aumentar o reducir el nivel de dificultad de las tareas.
Se trata de una obra de consulta fundamental para todos los ópticos, optometristas, médicos o especialistas de la salud visual en general que desean conocer en qué consisten estas técnicas, su fundamento teórico y especialmente, sus posibilidades de aplicación a la práctica profesional.