Terapia Visual: Qué es y cómo amenizarla

 
Por Miriam Bolo Chirivella
Graduada en Óptica y Optometría y alumna del Curso de Experto en Terapia Visual de SAERA

 

 

Resumen: La terapia visual es un entrenamiento de la visión que se realiza para mejorar los problemas visuales. Puesto que requiere concentración, podemos ayudarnos de juegos para hacerla más amena y no perder la atención de los pacientes, y por supuesto, pasarlo bien con ellos.

 

¿Qué es la terapia visual? ¿Cuándo debe realizarse?

 

La terapia visual (también llamada ortóptica) es una parte del cuidado optométrico que tiene como objetivo mejorar problemas visuales que no pueden corregirse mediante el uso de gafas como: problemas de enfoque, mala coordinación visual, ambliopía (baja visión de un ojo), estrabismo y/o problemas de aprendizaje relacionados con algún problema visual. Además, puede realizarse a cualquier edad, sobre todo, aquel que sufra algún tipo de disfunción visual. No obstante, hay que tener en cuenta que suele ser más importante en niños, ya que puede repercutir en su aprendizaje y por lo tanto, en su vida escolar.

 

Tanto en niños como en adultos, hay una serie de síntomas que pueden indicar la necesidad de realizar terapia visual (siempre que no se solucione mediante el uso de una ayuda óptica).

 

Los posibles síntomas indicativos de necesitar terapia visual son:

 

Posibles síntomas en niños 

 

– Baja comprensión lectora

 

– Lectura lenta

 

– Usar el dedo al leer

 

– Saltar o repetir líneas al leer

 

– Movimiento excesivo de la cabeza durante la lectura

 

– Invertir letras y números

 

– Guiñar los ojos al mirar lejos

 

– Acercar demasiado la lectura

 

– Visión borrosa

 

Posibles síntomas en adultos

 

– Visión borrosa de lejos y cerca

 

– Dificultad de concentración

 

– Picor y ojos rojos

 

– No poder mantener la lectura/escritura durante más de 10 minutos

 

– Visión borrosa al levantar la cabeza mientras lee

 

– Dolor de cabeza

 

– Incomodidad y fatiga al realizar tareas que requieren visión de cerca

 

– Baile de letras al leer

 

Cuando sospechamos de la posible necesidad de realizar terapia, antes de empezar se siguen unos 

pasos:

 

1. Examen visión binocular.

 

2. Diagnóstico según el resultado del examen.

 

3. Tratamiento (pueden combinarse):

 

                    a. Gafas.

 

                     b. Prismas.

 

                     c. Lentes de contacto.

 

                     d. Oclusor.

 

                     e. Terapia visual.

 

Tras el examen se comparan los resultados obtenidos con unos valores estandarizados, teniendo en cuenta los síntomas que presentara previamente. Una vez analizado se hace un diagnóstico y se recomienda un tratamiento individualizado para cada caso.

 

Para realizarla, se hace un programa de ejercicios personalizados (cuya duración y procedimiento dependerá del problema visual), que se realizan en el gabinete, y unos ejercicios de refuerzo que se deben hacer en casa todos los días. Los ejercicios se hacen pasando por tres fases: monocular (primero un ojo y luego el otro), biocular (ambos ojos disociados) y binocular (ambos ojos).

 

¿Perfil del paciente adecuado para terapia?

 

Hay que tener en cuenta que, a la hora de realizar terapia visual, la motivación y comprensión de los pacientes puede variar.

 

El éxito de la terapia depende de varios factores:

 

1. Edad: Dependiendo de la edad, se deben abordar los ejercicios de manera distinta, puesto que un/a niño/a pequeño/a no va a realizarlos de la misma forma que un/a adulto/a.

 

2. Inteligencia: Los ejercicios deben adaptarse a cada paciente, por tanto, si tenemos un paciente con inteligencia tanto por debajo como por encima de la media, es posible que, en algunos casos, se deban adaptar las pruebas para que sean comprensibles y no se aburran. Es muy importante mantener la atención de los pacientes.

 

3. Atención: Pacientes con déficit de atención necesitan realizar tareas más cortas y con descansos, por lo que también será necesario hacerla divertida.

 

4. Dinámica familiar: En caso de problemas familiares o familias separadas, los pacientes pueden presentar en tratamientos que tengan duración en el tiempo.

 

5. La autoestima: a los pacientes con baja autoestima hay que animarlos más y mostrarles sus progresos para que no lo dejen, y en caso de tener altibajos explicarles que es muy normal.

 

Por último, el factor más importante a la hora de realizar un tratamiento de terapia visual es la MOTIVACIÓN: si el paciente no quiere realizarla y/o la hace sin ganas, la terapia no será efectiva.

 

¿Cómo amenizar la terapia visual?

 

Como se ha mencionado anteriormente, es muy importante mantener la atención de los pacientes. Para ello, podemos hacer uso de juegos de mesa, con los que conseguiremos mantener la atención de los más mayores e incluso de los más pequeños y, ya de paso, pasarlo bien. Además, podemos añadir dificultades como, por ejemplo, jugar en visión monocular para trabajar más los movimientos.

 

A continuación, se describen una serie de juegos muy divertidos y sencillos que se pueden usar para realizar terapia visual. Personalmente, los he probado casi todos y son muy sencillos y útiles.

 

1. Chocolate Fix: En este juego individual en el que tenemos 9 bombones de 3 colores y formas distintos. En cada nivel se indica mediante pistas de qué manera hay que colocar los bombones (a medida que se avanza, el juego se complica). En él podemos trabajar el razonamiento lógico.

 

2. Dig Up: Aquí encontramos a un roedor que debe recorrer túneles para encontrar su comida. Nos ayuda a trabajar la espacialidad y la motilidad ocular.

 

3. Dobble: Uno de los juegos más divertidos. Hay muchas modalidades de juego, pero lo principal en cada una de ellas es encontrar el dibujo común que hay en las cartas y hay que decirlo en voz alta. Además hay una versión con dibujos más grandes para los más pequeños. En él trabajamos atención, discriminación, reflejos, etc.

 

4. Fantasma Blitz: Es un juego de cartas y objetos (cada objeto con una forma y color distintos). En cada carta salen dos objetos, y hay que coger el objeto que coincida con forma y color de algún objeto de la carta. En caso que no coincida ninguno la cosa se complica, pues hay que seleccionar el objeto que no coincida ni en forma ni en color. Este juego nos ayuda a trabajar la velocidad de procesamiento, así como la atención y los reflejos.

 

5. Jungle Speed: Las partidas de este juego son muy cortas. Por lo general, se reparten las cartas entre los jugadores y se deben destapar, y en el momento en que coincidan algunas cartas (forma o color) se debe coger el tótem. Por lo tanto, se debe estar atento a las formas de tu carta y las de los demás. Estimulamos con esto la discriminación, reflejos, y ayudamos a mantener la atención durante más tiempo.

 

6. Parquetry Block: Se trata de un juego de construcción de patrones con las piezas de colores. Ayuda a desarollar la lógica, la simetría y en el reconocimiento de colores y formas.

 

7. Robot Face Race: Aquí tenemos que encontrar las cabezas de los robots que el inventor ha perdido. El inventor (o mezclador de robots) nos indicará los colores de las partes de la cara del robot que debemos encontrar. Mejora la discriminación visual y la concentración.

 

8. Tricky Fingers: En este, encontramos dos cajas con bolitas. Tenemos unas cartas que nos muestran patrones de cómo colocarlas. Hay que ir con cuidado puesto que si se hace al azar, pueden quedar bolas atrapadas. Nos ayuda a mejorar la motricidad fina así como la lógica y la planificación.

 

juegos

 

Conclusión: Los juegos de mesa, entre otros, son una muy buena opción para hacer de la terapia visual una tarea mucho más amena y entretenida para los pacientes, al mismo tiempo que nos ayuda a resolver los problemas que nos han llevado a realizar la terapia.

PUBLICACIONES RECIENTES EN OPTOMETRÍA

FORMACIÓN RECOMENDADA

LIBRO RECOMENDADO

Autor: Joaquín Vidal López

ISBN: 9788494476006

Páginas: 190

El Manual de Terapia Visual que presentamos es una guía ideal para todos aquellos especialistas de la Salud Visual que deseen conocer las distintas técnicas que pueden utilizar para tratar las disfunciones de la acomodación ocular, la binocularidad y la motilidad ocular en general desde una perspectiva multidisciplinar.

A lo largo de este Manual veremos qué entendemos por terapia visual, también llamada entrenamientos visuales u ortóptica, su evolución histórica, las características personales que pueden afectar al éxito de esta terapia y los conceptos fundamentales que hay que tener en cuenta al aplicar cualquier programa de terapia visual. También se describirán los aspectos fundamentales a tener en cuenta para desarrollar con éxito un programa de terapia visual y cómo debe ser la atención que proporcionemos a los pacientes que requieran de este servicio profesional.

Por último, se describirán los procedimientos de evaluación y tratamiento de la ambliopía, el estrabismo, las disfunciones oculomotoras, las disfunciones de la acomodación ocular y las disfunciones binoculares, poniendo en cada capítulo el foco de atención en los ejercicios que podremos llevar a cabo en cada caso y en las modificaciones que podremos introducir para aumentar o reducir el nivel de dificultad de las tareas.

Se trata de una obra de consulta fundamental para todos los ópticos, optometristas, médicos o especialistas de la salud visual en general que desean conocer en qué consisten estas técnicas, su fundamento teórico y especialmente, sus posibilidades de aplicación a la práctica profesional.