El fracaso escolar es cada vez más preocupante, y una de las causas más importantes son las alteraciones visuales, ya que un 80% de la información que recibimos diariamente es a nivel visual. Aunque los problemas refractivos están presentes en gran parte de los casos, hay otras condiciones que nos pueden hacer sospechar de una alteración visual a pesar de que algunos alumnos sean aparentemente asintomáticos.
Hay que tener en cuenta que la visión no es simplemente el hecho de ver, sino que es un proceso complejo para identificar, interpretar y comprender lo que los ojos ven. Por lo tanto, un mal desarrollo de la visión implicará también un problema en el aprendizaje. Tener “buena vista” es muy importante, lo que significa ver bien sin necesidad de corrección óptica, pero no es lo mismo que tener buena visión. Hacer un cribado visual no consistiría entonces simplemente en valorar si tiene buena vista o no el estudiante, sino también valorar otras funciones que necesitan realizar los ojos y cerebro para tener buena visión (acomodación, binocularidad, oculomotricidad, lateralidad, periferia visual, procesamiento visual…)
Debido a que una de las fuentes principales de vía de entrada de información es la visual, se tendría que considerar la posibilidad de realizar cribados visuales en las escuelas, como protocolo, para la prevención del fracaso escolar. Estas exploraciones visuales deberían hacerse a partir de los tres años de forma bianual (en las distintas etapas de crecimiento, ya que no solo nos influye la genética, sino también el ambiente y demandas visuales en cada etapa) con el objetivo de descartar cualquier problema visual que pueda interferir en el aprendizaje y controlar su evolución. Una vez detectado el problema visual, se debería tener en cuenta su magnitud, y si el estudiante tiene la capacidad de resolverlo por si sólo o necesita una ayuda visual (gafas, lentes de contacto, terapia visual…).
En el caso de que el estudiante tuviera una buena vista, pero no una buena visión; se le recomendaría un programa individualizado de terapia visual para potenciar y corregir las carencias de este sistema visual, con el objetivo de que sea capaz de realizar las tareas diarias cómodamente evitando un sobreesfuerzo.
A parte de los cribados visuales, otra ayuda para concienciar a la sociedad sería dar consejos de higiene visual en función de la edad y ambiente o condiciones en las que estén. Por ejemplo, poner límites de horas de pantalla, buen ambiente de trabajo (temperatura e iluminación), postura ergonómica, la regla 20/20/20…
El queratocono es una enfermedad progresiva que causa adelgazamiento y deformidad de la córnea y que acaba produciendo inestabilidad refractiva debido a la aparición de…
Leer más »Existen muchas clasificaciones de los estrabismos, unas más completas y detalladas que otras, y la evidencia científica analizada mostró como los estrabismos incomitantes y comitantes…
Leer más »Cada vez hay más gente que sufre miopía y la escasa información apenas recibida sobre esta ametropía hace que la población la considere como un…
Leer más »Autor: Joaquín Vidal López
ISBN: 9788494476006
Páginas: 190
El Manual de Terapia Visual que presentamos es una guía ideal para todos aquellos especialistas de la Salud Visual que deseen conocer las distintas técnicas que pueden utilizar para tratar las disfunciones de la acomodación ocular, la binocularidad y la motilidad ocular en general desde una perspectiva multidisciplinar.
A lo largo de este Manual veremos qué entendemos por terapia visual, también llamada entrenamientos visuales u ortóptica, su evolución histórica, las características personales que pueden afectar al éxito de esta terapia y los conceptos fundamentales que hay que tener en cuenta al aplicar cualquier programa de terapia visual. También se describirán los aspectos fundamentales a tener en cuenta para desarrollar con éxito un programa de terapia visual y cómo debe ser la atención que proporcionemos a los pacientes que requieran de este servicio profesional.
Por último, se describirán los procedimientos de evaluación y tratamiento de la ambliopía, el estrabismo, las disfunciones oculomotoras, las disfunciones de la acomodación ocular y las disfunciones binoculares, poniendo en cada capítulo el foco de atención en los ejercicios que podremos llevar a cabo en cada caso y en las modificaciones que podremos introducir para aumentar o reducir el nivel de dificultad de las tareas.
Se trata de una obra de consulta fundamental para todos los ópticos, optometristas, médicos o especialistas de la salud visual en general que desean conocer en qué consisten estas técnicas, su fundamento teórico y especialmente, sus posibilidades de aplicación a la práctica profesional.